Las fascias: qué son y por qué son importantes
Las fascias son fundamentales para que el movimiento global del caballo sea fluido y armónico.
Las fascias son las grandes olvidadas del aparato locomotor, pero lo cierto es que son fundamentales para el movimiento y el funcionamiento del cuerpo.
Las fascias constituyen una capa de tejido conectivo muy resistente que se extiende por todo el cuerpo formando una red tridimensional. Se encarga de rodear músculos, vísceras, nervios, vasos sanguíneos… de forma que integra y une todos los sistemas del cuerpo.
El sistema fascial cumple muchas funciones, entre ellas: organiza y separa las unidades musculares, contiene las vísceras, mantenimiento de la postura, transmisión de fuerzas… En el caballo, las fascias musculares más importantes son:
- Fascia cervical: envuelve los músculos del cuello
- Fascia toracolumbar: engloba a todo el dorso
- Fascia omobraquial: en la zona de la espalda
- Fascia glútea: rodea los músculos glúteos
- Fascia abdominal: envuelve los músculos abdominales
- Fascia antebraquial: rodea los músculos del antebrazo
- Fascia crural: localizada alrededor de los músculos de la pierna
Todas las fascias están interrelacionadas entre sí y tienen un movimiento característico. Es fundamental que la movilidad del sistema fascial sea fluido, armónico y simétrico. Cualquier alteración en la fascia puede producir disfunciones en las estructuras a las que engloba, por ejemplo: puede disminuir la movilidad de una articulación, la distensibilidad de un músculo o afectar al sistema visceral.
Además, como todas las fascias están conectadas unas con otras, la restricción de una fascia puede conllevar alteraciones en zonas alejadas de la zona lesionada, por ejemplo, una pérdida de distensibilidad de la fascia glútea puede limitar la movilidad del miembro anterior de ese mismo lado.
Existen numerosas técnicas para tratar las fascias, desde inducción miofascial, resilencia tisular, técnicas de estiramiento y compresión, técnica de Jones… Pero todas ellas tienen como objetivo devolver al tejido fascial su movilidad y flexibilidad.
Ten en cuenta que las fascias son fundamentales para conseguir que el movimiento global del caballo sea armónico y fluido. Una restricción a nivel fascial puede limitar enormemente el movimiento del caballo.