Efectos negativos del estrés en caballos

Lo cierto es que nuestros caballos también sufren y padecen de estrés, y muchas veces no somos consciente de que lo están manifestando, vemos cada día (aunque afortunadamente cada vez vemos menos) caballos encerrados en boxes haciendo el tiro del oso, tragando aire, comiendo madera, caminando en círculo en el box, automutilación, coprofagia…

Todos estos comportamientos son considerados estereotipias, es decir, movimientos repetitivos que no tiene ninguna función determinada. Las estereotipias son desarrolladas por animales que viven en cautividad y surgen como un método para intentar manejar el estrés.

Como decíamos anteriormente, el estrés tiene múltiples efectos negativos sobre el organismo. La activación continúa de la respuesta de estrés produce alteraciones en el aparato locomotor, por ejemplo: los tejidos conectivos, como los ligamentos, se vuelven más laxos (elásticos) y dejan de cumplir correctamente su función (se encargan de limitar movimientos anómalos), lo que aumenta el riesgo de lesión; y los músculos estarán más tensos, tendrán limitada su capacidad de recuperación tras un esfuerzo, las microrroturas serán más frecuentes y disminuirá la calidad del músculo.

Además, el estrés disminuye la capacidad del organismo para responder a los tratamientos, tanto médicos como fisioterapéuticos, es decir, serán menos eficaces porque el cuerpo no es capaz de asimilar sus efectos.