«Nuestros caballos son deportistas que utilizan a diario su aparato locomotor para moverse».
Durante mis más de 10 años como amazona, mi principal preocupación ha sido que mis caballos estén bien, fuertes y saludables. Este es un sentir común entre todos los jinetes, por lo que sabemos con certeza que si nuestro compañero no está cómodo ni puede hacer lo que le pedimos, significa que padece algún dolor.
Todos hemos sentido alguna vez que a nuestro caballo le pasa algo, ya sea porque tira más de una rienda que de la otra, le cueste salir a galope a una mano o porque tiene dificultades a la hora de ejecutar un ejercicio. A mí me ha pasado muchas veces y es una sensación angustiante el no saber encontrar la comodidad y el binomio con el caballo. La preocupación se debe no solo a su práctica deportiva, si no principalmente a su estado de salud. Quizás hayamos notado que el caballo muestra cambios en su comportamiento, tales como botes, dificultad en el manejo, miedos repentinos o ansiedad. Ante estos signos tendremos que plantearnos si nuestro compañero de fatigas se encuentra bien o si puede sufrir algún dolor o molestia que justifique ese cambio de comportamiento.
En ocasiones, no existe una razón médica que lo explique más allá de que nuestro caballo no se mueve ágilmente y tiene dificultades para realizar sus ejercicios cotidianos. Entonces…, ¿qué le ocurre a nuestro caballo?
Al igual que las personas sufrimos de dolor de espalda o tenemos contracturas musculares, el resto de los animales también padecen estos problemas. Hay muchas lesiones musculoesqueléticas que provocan que no nos movamos con soltura y armonía, lo que repercute en nuestra salud física y mental, y por ende en nuestro estado de bienestar general.
El aparato locomotor es el conjunto de estructuras (músculos, tendones, ligamentos, articulaciones, etc.) que se encargan de mover el cuerpo. Si este sistema está en disfunción, es decir, no funciona bien, tendremos molestias y dolor. Como consecuencia, intentaremos movernos lo menos posible, ya que tendremos dificultad para hacerlo.
La fisioterapia y el bienestar
En la mayoría de los deportes, vemos al fisioterapeuta al pie del cañón, siendo la sombra del atleta. Vemos a estos profesionales en la grada, en el banquillo o saltando al terreno de juego cuando el deportista lo necesita. Siempre están ahí. Se da por hecho que el fisioterapeuta es una figura clave en el desarrollo de cualquier deportista, ayudándole a prevenir lesiones y haciendo que este esté en perfectas condiciones para entrenar y competir.
La pregunta que nos tendríamos que hacer es si nuestros caballos son deportistas. ¿Acaso no lo son? Tanto un caballo de élite, como un caballo particular o un caballo de tanda, son deportistas que utilizan a diario su aparato locomotor para moverse. Por esta razón, es importante que todo su cuerpo funcione correctamente.
La fisioterapia contribuye tanto a la salud física como a la salud mental y emocional del individuo. Todos nosotros hemos sufrido alguna vez un dolor de espalda incapacitante, que no solo nos dificulta realizar las tareas diarias si no que nos provoca un sentimiento de frustración. ¿Te imaginas tener que correr los 100 metros vallas con dolor de espalda? Es fácil extrapolarlo al caballo, ¿podrá hacer un buen apoyo o una buena carrera si le duele algo?
En conclusión, me gustaría puntualizar que la fisioterapia equina no está enfocada solo para caballos de élite. Tendemos a relacionarla con el deporte de alto nivel y esto no es del todo acertado. Al igual que nosotros acudimos al fisioterapeuta sin ser atletas o incluso sin practicar deporte alguno, cualquier tipo de caballo se puede ver beneficiado de este tratamiento terapéutico.
Los tratamientos fisioterapéuticos se adaptan a las necesidades y características de cada individuo y lesión, consiguiendo aliviar dolores y restaurando el bienestar.